martes, 2 de febrero de 2021

Actividad 01 Ética, grado décimo. 1P

 RECONOZCO MI PAPEL EN LA SOCIEDAD Y MIS DERECHOS.


El autoconocimiento

El ser humano desarrolla a lo largo de su vida la capacidad para autoconocerse. Claramente, es un trabajo que debe llevar a cabo la persona; ninguno puede hacer ese ejercicio por otro, pues en realidad es algo personal y no se puede trasferir a nadie.

Se puede decir que algunas personas piensan que el autoconocimiento es algo sencillo de realizar, o mejor, se puede partir de la falsa idea de que alguien por el solo hecho de ser persona ya se conoce a sí misma, lo cual no es tan cierto.

La importancia de conocerse

Algunas personas pasan su vida sin conocerse profundamente, no logran saber cómo son sus modos de comportarse en diferentes situaciones. Por ello, se debe hacer un ejercicio consciente para que cada persona logre saber quién es en realidad.

Desde la antigüedad, diversos pensadores han invitado al ser humano para que busque conocerse. Para casi todos nosotros es conocida la frase de Sócrates: “Conócete a ti mismo”. Se podría pensar que la invitación es para que cada persona logre entrar en sí misma y saber sus propias limitaciones, pues de ese modo se parte de una base segura al tratar de construir la vida.

Autoconocimiento intelectual

Conocerse a sí mismo significa reconocer lo que se es, sin querer aparentar más o menos de lo que se tiene. No se trata de pretender ser menos, pero tampoco se busca que la persona diga aquello que no es. En la medida que la persona sea honesta consigo misma, podrá comenzar a conquistar lo que desea en la vida.

En la frase de Sócrates la invitación que se percibe es a reconocer las limitaciones intelectuales que la persona puede tener, pues reconociendo que no se sabe nada, cada uno puede comenzar a buscar su propio conocimiento.

Autoconocimiento

Pero el autoconocimiento no sólo se debe dar en la parte intelectual de las personas, de igual modo en las demás dimensiones del ser se hace urgente lograr este discernimiento. Pensemos en la parte emocional. Cada uno de nosotros debe conocerse y saber cómo puede reaccionar frente a los diversos hechos que en la vida se producen.

De ese modo la persona sabrá cómo actuar, cómo expresarse y en realidad qué debe o no permitir que suceda en su vida. Claro que no todas las emociones se pueden controlar, pues existen situaciones que las personas no podemos prever, y es allí donde en realidad sabemos qué podemos o no hacer para lograr controlar la situación.

Aprender a conocerse

El autoconocimiento es un ejercicio que pide de la persona mucha humildad, pues cuando el ser humano se da cuenta de sus límites, o de sus cualidades, puede adoptar una actitud muy fuerte.

Darse cuenta de las cualidades es realmente muy sencillo, pues a quién no le agrada saber de lo que es capaz, o ver el reconocimiento que tiene por parte de los otros.

El momento difícil es cuando hay que aceptar las falencias, los defectos, pues ello sí exige aceptación y humildad. Algunas veces no queremos aceptar que tenemos limitaciones o defectos, o que no somos buenos para un determinado ejercicio o trabajo. Es en ese momento cuando cada uno debemos comenzar a realizar un serio trabajo de autoconocimiento para ver qué podemos hacer con esa limitación.

Autoconocimiento para superarse

Algunas limitaciones se pueden superar. Pensemos en la práctica de un deporte: Con el entrenamiento diario, disciplina y dedicación, se puede llegar a superar lo que faltaba para un logro.

Pero en la vida hay situaciones que difícilmente se pueden cambiar, como por ejemplo las características físicas de la persona. Entonces, se debe comenzar a aceptar lo que soy, como soy, pues por más cambios que pueda llevar a cabo mi cuerpo, éste no cambiaría sustancialmente.

Cuando este tipo de circunstancias no se saben aceptar la persona puede sufrir graves trastornos en su vida; pueden nacer complejos y frustraciones, que de no ser aceptados y trabajados harán mucho daño a la persona.

Autoconocimiento y relaciones sociales

El autoconocimiento permite que, sabiendo los límites y aceptándolos, la persona vaya, poco a poco, construyendo su proyecto de vida, enfatizando en lo que es más capaz, en lo que puede desarrollarse sabiendo que hará cosas bien y podrá contribuir con los demás en la construcción de la sociedad.

Cuando no nos conocemos, nos podemos equivocar con facilidad en las elecciones que hagamos para el proyecto de vida. Lo cual puede ser evidenciado en no saber elegir una carrera profesional, o una persona para compartir nuestra vida. El autoconocimiento puede permitir que las elecciones no se hagan a la ligera o por interés que no sean los míos. 

Autoconocimiento y realización personal

Se trata de lograr que la persona se conozca a sí misma, que sea capaz de dar razón de lo que hace y por qué lo hace. El autoconocimiento, entonces, le permite a la persona poder dar sentido a su obrar, pues cuando éste no existe ella no sabe por qué actuó de una manera y no de otra.

El autoconocimiento también permite a la persona ser capaz de decir no en algún momento de la vida, pues conociéndose, sabrá cuando puede comprometerse con algo o no.

Las personas que no se conocen, algunas veces aceptan desarrollar algún trabajo, pero luego deben decir que no, pues como no se conocen, no sabían que lo que les estaba solicitando podía exceder sus fuerzas o sus capacidades. 

Autoconocimiento en sociedades democráticas

Sin autoconocimiento las personas pueden enfrentar situaciones que pueden ser molestas, ya que deben presentar excusas o aceptar que se equivocaron, en fin, situaciones que son un poco incómodas para el ser humano.

La persona que se autoconoce podrá estar más tranquila, pues aunque ésta no termina nunca de conocerse, sí estará más segura de sus elecciones y de los compromisos que pueda adquirir frente a los demás y frente a la sociedad.

BIBLIOGRAFÍA.

Suárez Medina, G., & Sarmiento Gordillo, H. (2011). Ética y formación en valores ciudadanos y ecológicos (Vol. 10). Bogotá D.C. Colombia: Paulinas & Fundación universitaria Monserrate Bogotá, Colombia. Págs. 14-24.


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