viernes, 30 de abril de 2021

Actividad 03 Ética, grado once. 2P



 

jueves, 29 de abril de 2021

Actividad 02 Ética, grado noveno. 2P

La ética exige libertad

✅ Frases y citas célebres de Fernando Savater 📖

«Voy a contarte un caso dramático. Ya conoces a las termitas, esas hormigas blancas que en África levantan impresionantes hormigueros de varios metros de alto y duros como la piedra. Dado que el cuerpo de la termitas es blando, por carecer de la coraza quitinosa que protege a otros insectos, el hormiguero les sirve de caparazón colectivo contra ciertas hormigas enemigas, mejor armadas que ellas. Pero a veces uno de esos hormigueros se derrumba, por culpa de un riada o de un elefante (a los elefantes le gusta rascarse los flancos contra los termiteros, qué le vamos a hacer). En seguida, las termitas-obrero se ponen a trabajar para reconstruir su dañada fortaleza, a toda prisa. Y las grandes hormigas enemigas se lanzan al asalto. Las termitas-soldado salen a defender a su tribu e intentan detener a las enemigas. Como ni por tamaño ni por armamento pueden competir con ellas, se cuelgan de las asaltantes intentando frenar todo lo posible su marcha, mientras las feroces mandíbulas de sus asaltantes las van despedazando. Las obreras trabajan con toda celeridad y se ocupan de cerrar otra vez el termitero derruido... pero lo cierran dejando fuera las pobres y heroicas termitas-soldado, que sacrifican sus vidas por la seguridad de las demás. ¿No merecen acaso una medalla, por lo menos? ¿No es justo decir que son valientes?

Cambio de escenario, pero no de tema. En la Ilíada, Homero cuenta la historia de Héctor, el mejor guerrero de Troya, que espera a pie firme fuera de las murallas de su ciudad a Aquiles, el enfurecido campeón de los aqueos, aun sabiendo que éste es más fuerte que él y que probablemente va a matarle. Lo hace por cumplir su deber, que consiste en defender a su familia y a sus conciudadanos del terrible asaltante. Nadie duda de que Héctor es un héroe, un auténtico valiente. Pero ¿es Héctor heroico y valiente del mismo modo que las termitas-soldado cuya gesta millones de veces repetida ningún Homero se ha molestado en contar? ¿No hace Héctor, a fin de cuentas, lo mismo que cualquiera de las termitas anónimas? ¿Por qué nos parece su valor más auténtico y más difícil que el de los insectos? ¿Cuál es la diferencia entre un caso y otro?

Sencillamente, la diferencia estriba en que las termitas-soldado luchan y muere porque tienen que hacerlo, sin poderlo remediar (como la araña que se come a la mosca). Héctor, en cambio, sale a enfrentarse con Aquiles porque quiere. Las termitas-soldado no pueden desertar, ni rebelarse, ni remolonear para que otras vayan en su lugar: están programadas necesariamente por la naturaleza para cumplir su heroica misión. El caso de Héctor es distinto. Podría decir que está enfermo o que no le da la gana enfrentarse a alguien más fuerte que él. Quizá sus conciudadanos le llamasen cobarde y le tuviesen por un caradura o quizá le preguntasen qué otro plan se le ocurre para frenar a Aquiles pero es indudable que tiene la posibilidad de negarse a ser héroe. Por mucha presión que los demás ejerzan sobre él, siempre podría escaparse de lo que se supone que debe hacer: no está programado para ser héroe, ningún hombre lo está. De ahí que tenga mérito su gesto y que Homero cuente su historia con épica emoción. A diferencia de la termitas, decimos que Héctor es libre y por eso admiramos su valor. (...)

     En resumen: a diferencia de otros seres, vivos o inanimados, los hombres podemos inventar y elegir en parte nuestra forma de vida. Podemos optar por lo que nos parece bueno, es decir, conveniente para nosotros, frente a lo que nos parece malo e inconveniente. Y como podemos inventar y elegir, podemos equivocarnos, que es algo que a los castores, las abejas y las termitas no suele pasarles. De modo que parece prudente fijarnos bien en lo que hacemos y procurar adquirir un cierto saber vivir que nos permita acertar. A ese saber vivir, o arte de vivir si se prefiere, es a lo que llamamos ética

Contenido tomado de: Filópolis, http://www.xtec.cat/~lvallmaj/biblio/savate21.htm

Actividad en clase:

Como comentario a este texto, escriba lo que entiende por libertad desde lo que plantea este texto y lo que mostró el video de la clase anterior.

miércoles, 28 de abril de 2021

Actividad 02 Ética, grado séptimo. 2P

LIMITACIONES EN LA FAMILIA.



La Importancia de Establecer Límites sanos: Los seres humanos no nacen sabiendo cómo deben comportarse. Al contrario, nacen siendo inmaduros, impulsivos, insaciables y sin disciplina.

Es por esto que tienen a los padres — para que les enseñen lo que se espera de ellos, para establecer reglas y normas para el buen comportamiento y para definir y hacer cumplir las consecuencias de dicho comportamiento. Los adultos ‘consienten’ a los niños cuando no proveen este tipo de estructura.

Los límites y las normas son fundamentales porque:

ž  Otorgan a los niños sentimientos de seguridad y protección.

ž  Los niños van creando sus propios referentes y van adquiriendo unas pautas de lo que es y no es válido, lo cual les ayudará a ir conformando su propia escala de valores.

ž  Ayudan a lograr una convivencia más organizada y promueven el sentido del respeto hacia los demás y hacia uno mismo.

ž  Preparan a los niños para la vida en una sociedad que se rige por restricciones y obligaciones, que deberán aprender a cumplir, por el bien de todos.

ž  Ponen restricciones y límites al comportamiento de los niños y les ayudan a desarrollar, de forma progresiva, la tolerancia a la frustración, es decir la capacidad para poder asimilar el sentimiento de frustración que provocará el hecho de que no siempre les salgan las cosas como les gustaría.

¿Cómo establecer límites?

 

1.   Ser claro y específico. Los límites han de ser claros, específicos, sencillos y positivos. De esta manera se informa a los niños lo que se espera de ellos y cuándo. Así por ejemplo, si dices: después de comer, tira los restos de comida en el cubo de la basura, pon los platos sucios en el fregadero y quita el mantel, es probable que sepa exactamente lo que se espera que haga.

2.   Informar de las circunstancias en que se aplica: No juegues en la calle, no tenemos suficiente dinero, por eso hoy no hay helado, No vayas a casa de Juan hoy a la hora de la cena, están muy ocupados en su casa.

3.   Deben formularse de manera positiva. Deben informar de lo que hay que hacer, no de lo que no hay que hacer. Por ejemplo: cuando te sientes pon la espalda erguida, en lugar de no te sientes así corvado. Cuando un niño llega a estar irritado y actúa destructivamente, los padres tienen probabilidad de pensar primero en los límites negativos, por ejemplo, ¡no me hables de ese modo!, ¡no hagas daño a tu hermano!, ¡no tires las cosas! Los niños también necesitan límites positivos para ayudarles a tratar con sus emociones. Al lado de los NO HAGAS, un padre puede decir también: cuando te enfades dime cómo te sientes. Esto muestra al niño otro modo de manejar el enfado o irritación.

4.   Ser firme. Mostrarse amable pero firme, es una buena manera de que los niños muestren atención y sigan nuestras instrucciones: · Sostenerle quieto por los hombros mientras le das las instrucciones. · Mirarle directo a los ojos. · Hablarle de una manera clara y con un tono firme. · Deja que tu rostro parezca serio mientras le hablas. · Insistir en ser atendido y obedecido a una instrucción razonable.

5.   Ser consistente. Los límites deben hacerse cumplir de manera consistente, es decir, deben cumplirse siempre que las circunstancias sean las mismas.

Las reglas deben de ser: Claras, Realistas, coherentes. Y se dividen en:

a.   Fundamentales, deben de ser pocas, ejemplo: agresiones a los hermanos y padres, de respeto., no se pueden negociar.

b.   Importantes: poco numerosas y claras. Ejemplo: Hora de llegada a casa, a veces se pueden negociar. 

c.   Accesorias: tareas en el hogar, ejemplo: Hacer la cama todos los días. Se pueden negociar.

Castigo: Se define como castigo la presentación de una consecuencia negativa que sigue una conducta y que disminuye la probabilidad de que esa conducta vuelva a repetirse.

Se puede utilizar el castigo si se hace adecuadamente, es decir, siempre y cuando:

ž  No sea el método exclusivo para el aprendizaje de las normas.

ž  No implique humillación ni descalificación de los hijos y buscando el momento y el lugar adecuado.

ž  Se concrete con exactitud el motivo por el que se castiga para propiciar así la posibilidad de subsanar el error.

ž  Se aplique lo más inmediatamente posible a la aparición de la conducta a eliminar.

ž  Se elija un castigo proporcional a la magnitud del comportamiento problema.

ž  Se elija el castigo en función del momento evolutivo de los hijos.

Cómo fomentar la responsabilidad: Esto requiere un conjunto de estrategias y habilidades que la persona va desarrollando a lo largo de su vida. Ser responsable supone:


J  Conocer y practicar las normas familiares.

J  Tener suficientes habilidades de autocontrol.

J  Disponer de autonomía suficiente para tomar decisiones propias, conociendo las consecuencias tanto positivas como negativas de las mismas.

J  Plantearse objetivos estables, concretos, bien delimitados y asequibles.

J  Estar motivados para conseguir los objetivos que cada uno se propone.

 

BIBLIOGRAFÍA

Disponible en: http://cincoradio.com.mx/noticia/limites-en-la-familia



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martes, 20 de abril de 2021

lunes, 19 de abril de 2021

Actividad 02 Ética, grado octavo. 2P

Lineamientos para esta clase:


1. Debe tener una cuenta de google.
2. Con esta misma cuenta se registra en educaplay.
3. Desde Educaplay ingrese el pin para asumir el reto de la sopa de letras de esta clase. 
4. Cada estudiante debe revisar su puntuación para determinar su nota.
5. Luego, desde su cuenta todos los estudiantes deben hacer su propia sopa de letras con base en el tema: "La familia comunica vida y nos enseña a relacionarnos".
6. Se harán en pareja para retarse entre ellos. 



La familia al servicio de la vida
Es en la familia donde los hijos aprenden a ser personas, a relacionarse respetuosamente con los demás.

La familia es la pequeña comunidad que inicia al niño en la convivencia, que lo educa en el amor y para el amor, llevándolo a la maduración en las relaciones con el mundo y las demás personas.

El fin fundamental de la familia es el servicio a la vida, como don valioso confiado por Dios, al ser humano. “Este servicio no se reduce a la sola procreación sino que es ayuda eficaz para transmitir y educar en valores auténticamente humanos y cristianos”.

En ella se cultiva la vida humana en todas sus dimensiones: humana, biológica, afectiva, espiritual.

En medio de tantos conflictos entre muerte y vida, la familia está obligada a participar con responsabilidad en la formación de las nuevas generaciones, en la construcción de la civilización del amor, el respeto, la tolerancia.

Es en la familia, donde el hijo, futuro ciudadano, aprende que debe tener disciplina en su vida, entregarse a los otros especialmente al más necesitado, a amar desinteresadamente, a vivir la comunión y la participación con todos, a apoyar y colaborar con el bien en la sociedad para poder construir una vida sana y según el Plan de Dios.

Amenazas contra la vida

En nuestra sociedad vemos cómo hoy la vida está amenazada. Con mucha frecuencia escuchamos que la vida no vale nada y entre tantas amenazas resaltamos las siguientes:
• Actitudes de odio y violencia, agresiones, guerras, genocidios y masacres.
• Comercio escandaloso de armas que favorecen los conflictos armados.
• Desajustes en el equilibrio ecológico.
• Criminal difusión de las drogas.
• Modelos de prácticas sexuales inmorales portadoras de gran riesgo para la vida.
• El aborto, la eutanasia.
• Las técnicas de reproducción artificial que dan pie a nuevos atentados contra la vida.
• La eliminación de niños deformes y minusválidos, algunos ancianos y enfermos terminales.
• La anticoncepción y la esterilización.
• Maltrato y prostitución infantil.
• Desintegración familiar por carencia de afecto.

La familia comunicadora de valores

En la familia se aprende a amar la vida, el valor de la vida en sociedad. Se aprende el valor de sí mismo; a valorar el trabajo. En la familia se educa en la fe.
Ella es la transmisora de aquellos valores de una sociedad nueva como son:
• El amor a la vida y la defensa de la misma
• La reciprocidad de los sexos como seres complementarios
• La serenidad en las dificultades.
• La capacidad de afrontar los problemas y conflictos.
• La coherencia entre la fe y la vida.
• La honestidad en todas las circunstancias.
• La verdad y el respeto por la fama del prójimo.
• La justicia y la solidaridad.
• El compromiso con el país.
• El trabajo honesto.
• La búsqueda y el trabajo por la paz.
• El espíritu democrático y la participación política.

viernes, 16 de abril de 2021

Actividad 02 Ética, grado once. 2P

El utilitarismo: Felicidad para muchos.


Surgió A finales del Siglo XVIII en Inglaterra. Sus principales representantes son Jeremy Bentham y John Stuart Mill. Estos pensadores trataron de solucionar los problemas que dejaron sin resolver las éticas hedonistas y las formales. Los Utilitaristas identifican felicidad y justicia con el bien social.
Para estos pensadores, nuestros actos deben realizarse teniendo en cuenta cuál de ellos producirá o puede esperarse que produzca, el mayor bien posible, minimizando el mal para el mayor número de personas. Este fin moral es el llamado principio de utilidad o beneficio.

En todo lo que hacemos ha de perseguirse el mayor excedente de bien sobre el mal. Una cosa es buena si es útil y mala en caso contrario.

Jeremy Bentham:

Según él, el interés general de la comunidad se mide por la suma de los intereses individuales. No importa la situación social o económica de las personas, cada uno de los intereses individuales tiene que tener el mismo peso en la medición del bienestar general. La felicidad que una norma o ley produce debe resultar de la suma del estado de los afectados por la ley. Este principio por la tanto, necesita que puedan medirse y comprarse el bien con el mal por algún método cuantitativo.

El cálculo hedonista: es el intento científico, elaborado por Bentham, para establecer una medición de los Placeres. Se basa en la valoración del placer y el dolor que una acción puede Producir. También explicó detalladamente el mecanismo con el que debían hacerse Los cálculos del bienestar. Para hacer un cálculo exacto de cualquier acción que afecte a los intereses de la comunidad, deberíamos ver primero el primer placer o dolor producido y los derivados, el número de personas a las que afecta y finalmente, la acción será buena si el bien producido afecta a un mayor número de sujetos que el mal que pudiera producir.

El cálculo hedonista presenta algunas dificultades:

-La valoración inicial de los placeres o dolores es subjetiva, ya que no se estipula de una forma clara qué es el bien. A cada persona le puede dar placer o repulsión una cosa diferente.

-El cálculo cuantitativo del placer o dolor es difícil, por no decir imposible de realizar.

John Stuart Mill

Criticó esta propuesta porque lo bueno para mí no tiene por qué serlo para todo el mundo y Porque únicamente se realiza cálculo de los placeres vinculados al aspecto físico, y no se tienen en cuenta los placeres intelectuales. Para evitar los Problemas del utilitarismo, distinguió dos tipos de utilitarismo.

Utilitarismo del acto: No existen normas generales que regulen la acción humana, debemos evaluar las consecuencias de cada acción y considera como bueno todo acto que produzca el mayor bien Posible.

 

Utilitarismo de la Norma: Existen normas que regulan la acción en sociedad, la evaluación de cualquier norma se realiza en función de su utilidad y considera como buenas todas aquellas normas que mayor bien puedan producir. Para Stuart Mill hay dos clases de bienes:

Los bienes superiores: Deben fomentarse Siempre.

Los bienes inferiores: Deben evitarse siempre, con independencia de la cantidad de placer o dolor que produzcan.

Para él no hay que hacer cálculos, simplemente se rechazan los inferiores y se eligen los superiores.

Es uno de los defensores del liberalismo (teoría política y Económica para la cual lo más importante es el individuo). El bien del Estado Es el bien de cada individuo, pero no independiente de los demás.

Webgrafía: https://www.xuletas.es/ficha/teorias-eticas-felicidad-justicia/

martes, 13 de abril de 2021

viernes, 9 de abril de 2021

Actividad 01 Ética, grado once. 2P

Concepciones de felicidad.

LA FELICIDAD EN EL MUNDO MEDIEVAL

 


En el siglo IV de nuestra de nuestra era, el emperador Constantino instauró el cristianismo como la religión oficial del imperio romano. Este acontecimiento decisivo introdujo en el mundo una nueva forma de comprender la realidad basada en la idea de un Dios creador.

El predominio de la religión cristiana marcó una nueva orientación del pensamiento humano y, por lo tanto, de la filosofía. El monoteísmo, la preocupación por lo humano y el sentido trascendental de la vida posicionándolo como los temas centrales de esta época. Los medievales sintieron que explicando a Dios se explicaba la vida del hombre y que al aceptar por la fe al creador, se comprendía el sentido de la existencia.

A diferencia de los griegos que ubicaron en la razón la fuente de la sabiduría practica y de la vida virtuosa, sintieron una profunda desconfianza en la racionalidad humana y consideraron que la felicidad depende de la obediencia a la voluntad de Dios. Por esta razón, cuando lo filósofos medievales analizaron los comportamientos morales, lo hicieron en el contexto de la ley divina. las virtudes teológicas como la caridad, esperanza y, sobre todo, la fe, ocuparon un lugar central en las discusiones morales.

LA FELICIDAD EN EL MUNDO MODERNO

 


Desde el siglo XVIII varios acontecimientos marcaron el surgimiento del mundo moderno. Con la aparición de la ilustración y el triunfo de la revolución francesa (1789), el ser humano se convirtió en el centro de la reflexión filosófica y política. En medio de un mundo lleno de cambios los fundamentos de la ética también se vieron afectados.

Contrario a los dos periodos anteriores, que fundamentaban la moral en una autoridad, ya fuera la de Dios o de la tradición, en la modernidad la moral se encuentra justificada en el entendimiento y en la voluntad del ser humano. Este tipo de criterios permiten la aparición de una moral autónoma que se diferencia de una moral heterónoma, que es aquella que tiene su fundamento en la creencia en la obediencia a una autoridad y que no admiten el criterio individual.

Actividad en clase:

Con base en la información suministrada realizar un cuadro comparativo de las concepciones de felicidad en el medioevo y la modernidad.

jueves, 8 de abril de 2021

Actividad 01 Ética, grado noveno. 2P

Para empezar observa este video:



OBJETIVO: Identificar el concepto libertad y determinismo en el que hacer de la vida.

LIBERTAD Y DETERMINISMO.

LIBERTAD externa e interna

La libertad ha sido, y sigue siendo, un concepto problemático para la filosofía, en especial en el marco de la filosofía moral. Interrogantes en torno a sus límites, su origen y sus causas han enriquecido notoriamente el debate sobre la libertad. En todo caso, para tratar de entender qué es la libertad, primero es necesario distinguir entre dos formas de la misma:

Libertad externa:

Podemos entender la libertad externa como el derecho que tiene el hombre para actuar y moverse según su propio juicio y consideración, siempre y cuando no atente contra las leyes del país del que hace parte. Los límites de la libertad externa son impuestos por leyes y el Estado es el único que puede privar a los individuos de este derecho mediante el castigo de la prisión. Por eso, la libertad externa puede ser más o menos amplia, dependiendo de los marcos jurídicos y políticos de cada país.

Libertad interna:

La libertad interna puede entenderse como el derecho que tiene todo hombre de decidir en torno a cuestiones que le afectan como persona. Directamente relacionada con la voluntad, la libertad interna le permite al hombre irse construyendo una esencia, un ser, con su vida, con sus decisiones y con sus actos. Por ejemplo, el hombre cuenta con la capacidad para decidir comer o caminar y nadie puede tomar esas decisiones por él.

La dimensión moral depende, en gran medida, de la libertad interna del hombre. Al no tener la obligación de seguir uno u otro camino, cada ser humano puede trazar su vida mediante unos criterios propios y tiene la capacidad de decidir libremente entre el bien y el mal. Al fin de cuentas, la libertad política se fundamenta en la libertad interna. Aunque hay casos extremos que nos pueden privar de ella, como la hipnosis o la ingestión de estupefacientes, en términos generales la libertad interna no puede ser restringida por el Estado ni por ningún otro individuo.

Como la libertad externa hace parte de los terrenos de la filosofía política, la democracia y la ciudadanía, a continuación nos centraremos en las posiciones filosóficas que existen en torno a la libertad interna.

¿Somos realmente libres?

En principio, como vimos anteriormente, las decisiones que tomamos dan por supuesto que las personas somos libres y que,  por ello, podemos organizar nuestra vida de acuerdo con los criterios que vayamos considerando más adecuados. Sin embargo, ¿es esto verdad? ¿No es cierto que desde que nacemos, estamos sometidos a las normas que la sociedad y el Estado nos imponen, y a lo que mandan nuestros padres y profesores? ¿No es cierto que nacemos ya con unas características físicas y psicológicas que nos determinan? En últimas ¿realmente somos libres?

Es claro que las circunstancias sociales, económicas, políticas y culturales influencian nuestra manera de actuar y que, además, no nos podemos desprender de ellas. Sin embargo, también es evidente que tenemos cierto grado de control sobre nuestros actos. Como respuesta ante esta problemática, la filosofía ha defendido dos actitudes contrarias:

La posición determinista que, convencida de que nada acontece sin causa, afirma que, aunque nosotros tenemos una voluntad propia, no somos realmente libres porque nuestras elecciones están determinadas por algo externo.

La posición que defiende que las acciones humanas solo tienen como causa la voluntad y, por lo tanto, aunque estemos condicionados a obrar en un sentido o en otro, podemos considerarnos libres.

EL DETERMINISMO

Según sus creencias y corrientes de pensamiento, los deterministas abordan el concepto de la libertad de manera diferente.

El determinismo cosmológico: el destino

Heráclito de Éfeso (535 a.C.-484 a.C.) creía que todas las cosas tenían una razón de ser y, como la serie de razones no puede ser infinita, ha de haber una razón común a todo, que es la ley que rige el universo. Aproximadamente un siglo después, los estoicos entendieron esa ley del universo como el destino, según el cual todo sucede fatalmente y el hombre no puede hacer nada para impedirlo.

Sin embargo, los estoicos también se dedicaron a la pedagogía y a la ética, enseñando cómo se debe obrar, lo que demuestra que creían espontáneamente en la libertad. Como el determinismo cosmológico evidentemente supone que, haga lo que haga, el hombre no puede cambiar el rumbo del destino, según el cual todo sucede fatalmente y el hombre no puede hacer nada para impedirlo.

Sin embargo, los estoicos también se dedicaron a la pedagogía y a la ética, enseñando cómo se debe obrar, lo que demuestra que creían espontáneamente en la libertad. Como el determinismo cosmológico evidentemente supone que, haga lo que haga, el hombre no puede cambiar el rumbo del destino, los estoicos crearon un ideal de vida. Según ellos, el sabio era el que, consciente de que la felicidad exterior está en manos del destino, asegurara su paz interior, haciéndose insensible al sufrimiento que el destino le pudiera reparar.

Con este planteamiento se comienza a dar la distinción entre la libertad interior, que podemos controlar, y el mundo exterior que no depende de nosotros.

El determinismo teológico: la predestinación

Al problema de la libertad  humana en el terreno teológico tuvo sus más importantes aportes con la Reforma protestante y con la réplica de la Contrarreforma católica, posterior al Concilio de Trento (1545-1563). La posición religiosa había sido la siguiente: si Dios lo sabe todo, será porque Él mismo ha determinado todas las cosas según su criterio y, si es causa de todo, también lo será de las acciones humanas. Entonces, ¿por qué suponer a las personas responsables de sus actos y hablar de pecado, arrepentimiento, perdón y salvación?

Los reformadores protestantes insistieron en que el ser humano carece de libre albedrío y está predeterminado. En cambio, los teólogos católicos intentaron contrarrestar el determinismo diciendo que Dios y el hombre son conjuntamente los autores de los actos humanos.

El determinismo científico

El determinismo científico consiste en explicar la causa de la conducta humana desde alguna determinada ciencia. Esta postura constituye un reduccionismo porque reduce la complejidad y riqueza de las dimensiones humanas a una sola. A continuación podemos ver algunos ejemplos de determinismos científicos:


El condicionamiento

El determinismo, aunque cuenta con argumentos válidos, no explica por qué tenemos la convicción de ser libres, ni justifica por qué nos hacemos responsables de nuestros actos, ni mucho menos da una respuesta a la pregunta sobre por qué existen la moral, el derecho, la religión y la política. Frente a las debilidades de la postura determinista, podemos buscar respuestas en la noción de condicionamiento.

En primer lugar, la acción humana no es mecánica, es decir, no funciona a partir de un esquema estimulo-respuesta, como sucede con los animales. El ser humano presenta una variedad de comportamientos que sobrepasa la previsión, de tal manera que, por bien que conozcamos a alguien, jamás podremos saber exactamente cómo se va a comportar en una situación determinada.

En segundo lugar, aunque nos sintamos seres libres, es evidente que nuestra libertad no es limitada: no elegimos en cada situación entre todas las posibilidades sino solo entre una porción de ellas. Esto nos lleva a pensar que nuestra libertad está condicionada por muchos aspectos: nuestra dotación genética, la sociedad en la que vivimos, la educación que recibimos, la situación económica y la política en la que estamos inmersos, etc.

Estar condicionado es distinto a estar determinado. Estar condicionado significa que no se tiene una libertad absoluta pero que se conserva la libertad suficiente como para saberse responsable de los propios actos. En cambio, estar determinado niega completamente la posibilidad de que exista la libertad. Entonces, el condicionamiento supone que nuestra libertad tiene unos límites pero que de ninguna manera nos impide tomar decisiones. 

Libertad y responsabilidad

Según lo que hemos visto, nuestra libertad está condicionada por muchos factores y ha de elegir, mediante la inteligencia, entre un mundo de posibilidades que se le presenta constantemente. Tiene que deliberar entre los medios más oportunos que se propone y, aunque condicionada, su voluntad es libre de elegir. Ahora bien, es de vital importancia concebir la noción de libertad siempre en relación con la de responsabilidad. Porque somos libres, asumimos una cierta responsabilidad.

En términos generales, la responsabilidad es la capacidad de dar razón de nuestras acciones. Precisamente como escogemos entre una gran variedad de opciones antes de actuar, debemos ser capaces de responder a la pregunta sobre por qué hemos elegido una u otra posibilidad.

La noción de responsabilidad no puede entenderse sólo en una dimensión personal sino también en una colectiva. El hombre, al poder actuar libremente en el mundo y, por lo tanto, al poder transformarlo, debe hacerse cargo de sus acciones. Esto significa que, al gozar de una libertad, adquiere un compromiso pues cada decisión que toma implica al resto de la humanidad.

Sin embargo, nuestra responsabilidad no se reduce solo a esto, sino que se extiende también a la capacidad de responder de las personas con las que nos relacionamos y de las que se encuentran en situación de necesidad, puesto que nos es posible ponernos en su lugar. No nos podemos desentender de los demás porque, como vivimos en sociedad, solo con ellos es posible realizar plenamente nuestra vida.

No podemos huir de nuestras responsabilidades personales puesto que puede perjudicar no solo nuestra vida sino también la de los demás. No debemos abandonar nuestras responsabilidades porque eso significa renunciar a vivir una vida auténticamente personal, por no mencionar los daños que ello nos acarrearía. De hecho, ya los vivimos en gran medida porque es bastante frecuente en nuestra sociedad intentar descargar las responsabilidades personales en otros con tal de no asumirlas nosotros mismos.

Finalmente, la responsabilidad, como factor implícito de nuestra libertad, es la que nos permite diseñar leyes comunes para poder vivir en sociedad sin perjudicarnos. Las personas somos capaces de darnos nuestros propios fines y leyes, capaces de diseñar ideales humanizadores que brotan de una experiencia histórica: la del sufrimiento causado por la esclavitud, la opresión, la explotación de unos seres humanos por parte de otros y por la sumisión a las leyes naturales.

La libertad realmente humana se consigue a través de proyectos de humanización, siempre abiertos, tanto personales como compartidos. Realmente, solo contemplando la noción de responsabilidad es que la libertad humana adquiere una dimensión colectiva.

Bibliografía

Sánchez León, M. C., & Rojas Andrade, G. (2012). Libertad, autonimía y responsabilidad. En M. C. Sánchez León, & G. Rojas Andrade, Pensamiento filosófico 1 (págs. 146-149). Bogotá D.C.: Santillana.


miércoles, 7 de abril de 2021

Actividad 01 Ética, grado séptimo. 2P


Los sentimientos en la Familia.

Como pueden observar volvemos a tocar el tema de la familia en la clase de ética, al igual que lo hicimos en el primer periodo en clase de religión. La diferencia que se puede observar radica en que no sólo vamos a hablar de la familia, entendida desde la observación de cada uno de sus integrantes (por ejemplo: el árbol genealógico, o historias de la familia...). En este caso se va a mirar a la familia con base en lo que me han aportado, me aportan y me aportarán en la formación de mi personalidad, la formación de mis sentimientos. Esto se da a través de palabras, enseñanzas, gestos, modos de vida, acciones concretas, etc. 

Ahora bien, es necesario que hagamos una interacción entre la vida que estamos teniendo en familia durante este tiempo de cuarentena y lo que se trabaje en clase. Antes de ello, revisemos algunos conceptos para tener una idea clara de lo que vamos a trabajar en este periodo.

Al final de esta actividad hay un pequeño quiz que evidenciará la lectura de este texto.

Concepto de familia.

La familia es un grupo de personas formado por individuos unidos, primordialmente, por relaciones de filiación o de pareja.​ El Diccionario de la Lengua Española la define, entre otras cosas, como un grupo de personas emparentadas entre sí que viven juntas,​ lo que lleva implícito los conceptos de parentesco y convivencia, aunque existen otros modos, como la adopción. Según la Declaración Universal de los Derechos Humanos, es el elemento natural, universal y fundamental de la sociedad, tiene derecho a la protección de la sociedad y del Estado.​

Los lazos principales que definen una familia son de dos tipos:

ž  Vínculos de afinidad: Derivados del establecimiento de un vínculo reconocido socialmente, como el matrimonio.

ž  Vínculos de consanguinidad, como la filiación entre padres e hijos o los lazos que se establecen entre los hermanos que descienden de un mismo padre. También puede diferenciarse la familia según el grado de parentesco entre sus miembros.

No hay consenso sobre una definición universal de la familia. Es un concepto antropológico inferior al clan, la tribu y la nación; sociológico e incluso económico (unidad mínima de empresa). La familia nuclear, fundada en la unión entre hombre y mujer, es el modelo principal de familia como tal, y la estructura difundida mayormente en la actualidad; pero las formas de vida familiar son muy diversas, dependiendo de factores sociales, culturales, económicos y afectivos. La familia, como cualquier institución social, tiende a adaptarse al contexto de una sociedad.

Un repaso de lo que vimos en religión con base en los tipos de familia:

Tipologías

Las familias están clasificadas en los siguientes tipos:

F Familia nuclear: formada por los progenitores y uno o más hijos.
F Familia extensa: abuelos, tíos, primos y otros parientes consanguíneos o afines.
F Familia monoparental: en la que el hijo o hijos viven con un solo progenitor (ya sea la madre o el padre).
F Familia ensamblada, reconstituida o mixta: en la cual uno o ambos miembros de la actual pareja tiene uno o varios hijos de uniones anteriores.
F Familia de padres separados: en la que los padres se niegan a vivir juntos; no son pareja pero deben seguir cumpliendo su rol de padres ante los hijos por muy distantes que estos se encuentren.
F Familia sin hijos por elección: en la que los conformantes de la familia toman la decisión de no tener descendientes.
F Familia por convenio: Familia que se conforma por una alianza de dinero o por convenio.

Responsabilidad educativa de la familia

En la construcción de un escenario educativo familiar, hemos de comenzar afirmando que  los padres son los que construyen un currículo educativo familiar y tienen una influencia decisiva en la creación del escenario educativo familiar. Las contribuciones más importantes de la familia como institución educadora son básicamente dos: aquellas que van orientadas a la consecución del pleno desarrollo de la personalidad infantil y aquellas que tienen como finalidad la adaptación de los niños a la vida social, y por ende, a la vida escolar.

Los objetivos educativos de la familia pueden ser formulados del siguiente modo:

ü  Proporcionar estimulaciones tempranas, variadas y adecuadas tanto en cantidad como en calidad.
ü  Favorecer la exploración física y social y mediar en la comprensión de la realidad física y social.
ü  Proporcionar seguridad emocional.
ü  Establecer una adecuada red de relaciones sociales.
ü  Potenciar la participación en la vida de la familia y una autonomía progresiva.
ü  Valorar y favorecer la interacción lúdica.
ü Respaldar y controlar el desarrollo del niño como alumno y ofrecerle preparación para la escolarización.

Todos estos objetivos responden a necesidades básicas de la infancia que la familia tiene que satisfacer e inciden de forma global en  todas las áreas del desarrollo del niño: cognitiva, psicolingüística, afectiva, social, etc.

Ahora bien, para poder satisfacer adecuadamente esas necesidades, la educación familiar se basa en la existencia de una serie de condiciones que permiten el cumplimiento exitoso de su tarea educadora. Profundizando en esta cuestión encontramos que las condiciones necesarias  son las siguientes:

J  Un clima adecuado de seguridad y aceptación, un marco coherente y estable. El niño tiene necesidad de seguridad.
J  Atención y cuidados consistentes: La consistencia significa no introducir modificaciones permanentemente en las conductas que siguen con sus hijos, ni tampoco forzar situaciones más allá de sus capacidades de adaptación, que impliquen desconcierto y colusión.
J  Modelos de iniciación a la vida social por impregnación. Los padres son unos modelos preeminentes y exclusivos durante los primeros años de vida.
J  Iniciación a la vida social por el control de la conducta. En el hogar aprende normas y valores sociales gracias al control que hacen los padres de su conducta mediante herramientas como el refuerzo positivo, el castigo, el premio, etc. que favorecen conductas aprobadas y restringen conductas no permitidas.
J  Una adecuada organización ambiental tanto física como temporal. El desarrollo del niño precisa de un ambiente suficientemente rico en estímulos y unas condiciones especiales y temporales adecuadas y bien estructuradas (horarios de comidas, orden, etc.).

Si tomamos como referencia el apoyo afectivo por un lado y por otro el nivel de control y supervisión de los padres podemos delimitar cuatro estilos educativos:
Estilo
Características
Repercusiones
Autoritario
·         Abundantes normas y exigencias de obediencia estricta.
·         Altos niveles de control y exigencias de madurez  y bajos niveles comunicación y afecto explícito.
·         Castigo frecuente y medidas disciplinarias enérgicas.
§  Falta de autonomía personal.
§  Falta de creatividad.
§  Menor competencia social.
§  Baja autoestima.
§  Tendencia a la obediencia, al orden.
§  Poca agresividad, timidez y poca tenacidad en la consecución de metas.
Democrático
·         Dirección de la actividad del hijo(a) de modo racional y orientado al problema.
·         Niveles altos de comunicación y afecto.
·         Niveles altos de control y exigencias de madurez.
·         Normas claras y consistentes y cuando es necesario se recurre al castigo pero apoyándolo en razonamiento.
·         Mucho afecto y refuerzo del comportamiento del hijo.
§  Altos niveles de autocontrol y autoestima.
§  Capaces de afrontar situaciones nuevas con confianza e iniciativa.
§  Persistentes en las tareas.
§  Interactivos y hábiles en las relaciones sociales e independientes.
Permisivo
·         Ausencia  total de restricciones.
·         Bajo control y exigencias de madurez.
·         Altos niveles de comunicación y afecto.
·         Aceptación de las conductas, deseos e impulsos de los hijos.
·         Poco uso del castigo y la autoridad.
·         Poca exigencia en la responsabilidad.
§  Problemas para controlar sus impulsos.
§  Dificultades para asumir responsabilidades.
§  Inmadurez y bajo nivel de autoestima.
§  Más alegres y vitales que los hijos de estilo autoritario.
§  Muestran más conductas agresivas y caprichosas.
Indiferente
·         Bajo control y exigencias de madurez.
·         Poca comunicación y poco afecto.
·         No hay normas.
·         Escasa intensidad de los apegos.
·         Relativa indiferencia respecto a las conductas de los hijos.
§  Infelicidad.
§  Desarraigo.
§  Poco autocontrol.
§  Llamadas constantes de atención.
El planteamiento de estos estilos educativos es puramente orientativo y depende de varios factores tales como el momento evolutivo de la familia, tanto de hijos como de padres, la personalidad del padre y la madre, etc.

BIBLIOGRAFÍA:
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