viernes, 7 de mayo de 2021

Actividad 04 Ética, grado once. 2P

Autonomía y ciudadanía

El pensamiento de Kant inspiró buena parte de los ideales de la ilustración, pero también sigue vigente hasta nuestros días. Al darle a la razón humana el papel principal en la fundamentación de la moral, contribuye a elaborar la idea de que el valor del ser humano se encuentra en sí mismo, y que su dignidad se descubre en el momento en que adquiere conciencia de sus capacidades y potencialidades. Por ello, Kant afirma que los seres humanos son fines en sí mismos, el valor que merecen viene dado precisamente por su condición humana, y deben ser respetados por ello

Cuando Kant reflexiona acerca de la Ilustración no solo alude a un momento histórico particular, también se refiere al proceso por medio del cual las personas alcanzan la mayoría de edad, es decir, la capacidad para pensar por sí mismas sin la orientación de otra persona, Cuando se alcanza este estado se adquiere la autonomía y la persona está en condiciones suficientes para actuar en sociedad. Es decir, obtiene las facultades de cuestionar, participar activamente e interpretar y juzgar las normas sociales. La autonomía es la condición necesaria para una ciudadanía plural y, por lo tanto, democrática,

Kant afirma que "una acción hecha por deber tiene su valor moral, no en el propósito que por medio de ella se quiera alcanzar, sino en la máxima por la cual ha sido resuelta". El valor moral de una acción no depende del acto mismo realizado sino de la intención racional de hacerlo.

El imperativo categórico

Kant establece que las acciones de los seres humanos deben estar basadas en principios universales. Estos principios funcionan como leyes morales que configuran la noción del deber, y aparecen de manera constante, obligatoria y absoluta a la conciencia, orientando a la persona en su manera de actuar. Por ello, llama imperativo categórico a esas máximas que orientan el comportamiento de los seres humanos en todo momento. Existen tres formulaciones del imperativo categórico:

Máxima de la autonomía

"Obra como si tu máxima debiera servir al mismo tiempo de ley universal".

Máxima del respeto a la dignidad de las personas

"Obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto tu persona como la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio".

Máxima de la legislación para una comunidad

"Todas las máximas que surgen de nuestra propia creación de la ley deben ser armónicas con un posible reino de los fines como un reino moral de la naturaleza".

Consecuencias de la autonomía

La autonomía tiene consecuencias como las siguientes:

·        La dignidad humana. Los seres que pueden intercambiarse por otros tienen un precio, porque es posible encontrar para ellos un equivalente. En cambio, un ser autónomo es único y por eso no tiene precio, sino dignidad. La idea de dignidad humana es fundamento de los derechos humanos.

·        La buena voluntad. Lo moralmente bueno es tener buena voluntad. Un médico puede ser competente, pero ser una mala persona; un compañero puede ser muy bien educado, pero ser una mala persona; y alguien puede ser buena persona, pero incompetente y poco educado: la bondad moral no radica en características útiles, sino en tener buena voluntad. Tiene buena voluntad el que quiere cumplir el deber por el respeto que le merecen las leyes.

·        El bien supremo. El que tiene buena voluntad, ¿puede esperar ser feliz? Las éticas griegas aseguran que "el virtuoso es feliz" y, sin embargo, dice Kant, no parece que en la vida cotidiana las buenas sean felices. La buena voluntad es, pues, el bien moral, pero personas la unión de bondad moral y felicidad constituyen el bien supremo, que es posible por la acción de Dios.

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