ME ENRIQUEZCO EN FAMILIA.
Valores
para transmitir en familia
Los padres tienen la libertad
para transmitir los valores que consideren más convenientes para sus hijos, y
siempre hay algunos principios que parecen básicos para una convivencia social
en armonía, como la amabilidad o la solidaridad. Transmitir estos valores
familiares nos resultará fácil y hará que poco a poco se configure la escala de
valores de cada uno de nosotros.
Elogiar a una persona para educarla en valores
resulta fundamental porque con el elogio aumenta la motivación, incorporar un
hábito nuevo o aumentar la frecuencia de una conducta adecuada. Veamos algunos
valores que pueden ayudar al desempeño armónico de una convivencia en familia:
1. La
empatía. La
persona tiene que aprender a ponerse en el lugar del otro, entender cómo piensa
y las emociones que siente. Es un valor necesario para la convivencia.
2. La
humildad. Debe de
saber que es igual que al resto de las personas, no es ni mejor ni peor en ningún
sentido. Vivir con una actitud humilde le permitirá conocerse mejor, valorar
sus fortalezas e intentar disminuir sus debilidades.
3. La
autoestima. Debe de
saber valorarse a sí mismo. Para potenciar su autoestima, sin pasarnos, podemos
utilizar el elogio cada vez que realice una buena acción o tarea.
4. El
compromiso. Es un valor
que se va adquiriendo con el paso de los años. Con ello las personas
demostraran madurez y responsabilidad. Debe de saber la importancia el valor
que tiene el prometer algo o dar su palabra.
5. La
gratitud. Es
importante y valioso que reconozcamos a nuestros semejantes las cosas que hacen
bien por nosotros.
6. El
optimismo. Es
importante que sepan vivir el día a día con entusiasmo y optimismo, buscando
siempre el lado bueno de las cosas a pesar de los golpes que les de la vida.
Deben de huir de todo pensamiento negativo.
7. La
amistad. Debemos aprender
del valor de la amistad y del mutuo afecto que nace con el contacto de otras
personas.
8. La
voluntad. Todas
las cosas importantes que se quieran conseguir deben de ser a través de la
voluntad. Debemos de quitarnos la manía de intentar conseguir las metas al
mínimo esfuerzo.
9. La
felicidad. Debemos
contagiarnos de felicidad para así transmitir a otros, para ello es importante
vivir el día con alegría, optimismo, sentido del humor solo aquel que es feliz
podría transmitir felicidad.
10. La
paciencia. Ayudará
a controlar y canalizar su impulsividad mostrando una actividad paciente y
serena.
Roles de
los Miembros de la Familia
ROL MATERNO: La madre debe constituirse en
un “medio aprovisionador total” del niño y esta
provisión consiste en algo más que la mera satisfacción de necesidades
fisiológicas. La madre debe realizar todo lo que el niño es incapaz de hacer
por sí mismo: alimentación, vestido, higiene y transporte, añadiendo a la
atención maternal un contenido afectivo seguro; es un hecho emocional que se
integra y unifica con el hecho físico.
Los analistas no consideran que la mayoría de
las madres “normales” tengan dificultades para cumplir lo que prescriben.
Sugieren que las mujeres obtienen satisfacción y cumplen las expectativas del
rol maternal a un nivel fundamentalmente distinto de experiencia.
La estructura económica de las sociedades contemporáneas
ha venido a incorporar en un grado creciente a la mujer en el campo de la
producción y esto modifica sustancialmente su rol y por lo tanto la estructura
de la familia (esposa-madre; esposa-compañera; esposa-colaboradora); los tres
tipos de roles no los desempeña la mujer en forma exclusiva, sino que hay una
interrelación permanente entre ellos, aunque siempre será uno el que tiende a
predominar. Es motivo de conflicto para la esposa escoger cuál de estos roles
es el que va a desempeñar, porque muchas veces son incompatibles. Ello trae, en
ocasiones, desconcierto y situaciones de choque para la familia.
ROL PATERNO: Por fortuna han pasado los
días en que se ignoraba o minimizaba la contribución del padre al desarrollo de
los hijos. La cantidad de cuidado que los hombres brindan a los bebes está
aumentando en los países industrializados. Todos
los niños y niñas necesitan modelos de roles. Si no hubieran hombres en la
familia, sería importante que el niño viera a los hombres en sus roles masculinos
fuera del hogar, dentro del resto de la familia, entre los vecinos, en la
comunidad o en un centro de atención infantil.
La presencia de la figura paterna, está
relacionada con la misión del padre en el seno de la familia, y en particular,
respecto a la relación que ha de establecer con el hijo. La misión quedaría
enmarcada dentro de las siguientes características:
·
Ser
modelo de identificación para el hijo/hija.
·
Ser
modelo de masculinidad para el hijo varón.
·
Establecer
un tipo particular de liderazgo en el interior de la familia.
·
Servir de
cauce idóneo, aunque no único y exclusivo, para establecer la apertura del hijo
hacia la sociedad.
·
Desarrollar
una concreta acción formativa en la vida del hijo (seguridad, valores,
autoridad, disciplina, identidad personal)
ROL DE HERMANO: Los hermanos y hermanas
mayores a menudo actúan como modelo y profesores para sus hermanos menores. En
estudios se han demostrado que los niños pequeños observan cuidadosamente a sus
hermanos o hermanas mayores, con frecuencia cogen sus juguetes que han
abandonado o imitan sus acciones. Los hermanos que no se llevan mucha
diferencia de edad, a menudo tienen intereses similares, les gustan las mismas
cosas y parecen entenderse mutuamente.
A pesar de la ambivalencia de las primeras relaciones
entre hermanos, la presencia de un hermano puede ayudar al niño a desarrollar
la empatía, habiendo cuatro aspectos de la interacción como son:
ü
Compartir
los mismos padres y situaciones familiares hace que los niños experimenten las
mismas emociones.
ü
Cuando
las madres intervienen en las peleas entre hermanos por los juguetes o el
trato, suelen fomentar el compartir y la receptividad hacia los deseos,
necesidades y sentimientos del otro.
ü
Observar
como los padres recompensan al hermano por ser solidario, o le castigan por su
egoísmo o crueldad, ofrece una oportunidad de aprendizaje por observación
acerca de las consecuencias de la conducta pro social o antisocial.
ü
El
entorno común de los hermanos, la estrecha familiaridad entre sus mundos, la
dependencia mutua y la continua interacción pueden hacer más fácil al niño el
desarrollar la capacidad de ponerse en el lugar del otro.
BIBLIOGRAFÍA
Disponible en: http://www.hacerfamilia.com/actualidad/noticia-familia-transmisora-valores-20121204120651.html
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