jueves, 23 de septiembre de 2021

Actividad 02 Ética, grado noveno. 4P

 La sociedad y su organización

 


Formas de organización social

Toda sociedad implica una forma de organización, un conjunto de reglas de conducta que definen cómo deben ser las relaciones entre sus miembros. Este orden social no viene determinado por la naturaleza, sino que son las personas las que lo crean y lo modifican, dando lugar a diferentes formas de organización social. Estas formas han ido aumentando su complejidad conforme lo han hecho los problemas a los que cada sociedad debía enfrentarse. Por eso es que, como el Estado es una organización artificial y no natural, su legitimidad puede ser cuestionada. Las distintas formas de organización social se pueden agrupar según la naturaleza del organismo de poder que las rija y dependiendo del tipo de relación que exista entre gobernantes y gobernados. Podemos distinguir las siguientes formas de organización:


Tribal

Pequeñas comunidades estructuradas a partir de lazos familiares y con una economía de subsistencia.

Esclavista

Comunidades de un tamaño mayor, como ciudades e imperios, con una economía donde lo esencial de la producción está a cargo de los esclavos.

Feudal

Estructurada alrededor de los señores feudales, jefes militares y políticos encargados de establecer el orden político y la protección militar, la economía es básicamente rural, fundada en los vínculos del vasallaje.

Moderna

Apoyada en el desarrollo de la industria y del comercio, el Estado nacional es el núcleo de la organización política.

El Estado moderno y sus características.

En la actualidad, el Estado moderno es la forma más importante de organizar la sociedad, pero no la única. La familia, las comunidades locales, el intercambio económico, las Iglesias, las organizaciones cívicas, son también formas de organizar las relaciones sociales. No debemos confundir lo público con lo estatal. De ahí la importancia de distinguir de forma clara el Estado de la sociedad civil.

Monopolio del poder

El primer rasgo distintivo del Estado moderno es que pretende monopolizar el poder coercitivo en su propio territorio. Siguiendo al filósofo alemán Max Weber (1864-1920), podemos definir el Estado como una "asociación de tipo institucional que en un territorio determinado trata con éxito de monopolizar la violencia legítima como instrumento de dominio".

En la actualidad, cuando hablamos del Estado no nos referimos a la sociedad en general, sino a una institución concreta dentro de ella, con las siguientes características:


¤ Es una institución política, impersonal y soberana, con jurisdicción suprema sobre su territorio, que tiene en exclusiva la capacidad de promulgar leyes que regulan de modo público y obligatorio los impuestos, los cargos, las recompensas, los privilegios, los derechos, las obligaciones, etc.

 

¤  Tiene una estructura unitaria de poder que pretende ser legitima y que permanece a través de los cambios de gobernantes y gobernados concretos. Ese poder se ejerce a través de una burocracia o conjunto de funcionarios encuadrados en una organización jerárquica específicamente dispuesta para administrar los asuntos públicos.

Dominio y legitimación

Para que la sociedad funcione de un modo más o menos satisfactorio y puedan alcanzarse metas colectivas es necesario que se acuerden las acciones individuales. Esto exige, a su vez, la presencia de un poder capaz de influir sobre la conducta de las personas, aun contra su voluntad, y de imponer sanciones y coacciones que aseguren determinados comportamientos, en especial el cumplimiento de las obligaciones que establecen las leyes.

Pero este poder tiene que ser aceptado por toda la sociedad, es decir, los ciudadanos deben reconocer el derecho de los gobernantes a imponer su voluntad. La aceptación de este derecho por parte de los demás se llama legitimación e implica que este poder y su ejercicio están justificados.

De acuerdo con los planteamientos de Max Weber, podemos identificar tres tipos de dominio, es decir, tres procesos a través de los cuales las formas de dominio político se convierten en relaciones de poder socialmente aceptadas y, en este sentido, permiten y garantizan  que los gobernantes se vean a sí mismos con el derecho de gobernar y a los demás con el deber de obedecer. Estos tres tipos de dominio son: el carismático, el tradicional y el racional-legal.

En las sociedades pluralistas actuales, la legitimación del poder político solo puede configurarse como racional-legal, de modo que se establezcan procedimientos que aseguren el acuerdo de todos los miembros de la sociedad.

 

Tipos de dominio

Clase de legitimación

Formas de organización administrativas

Carismático

Se basa en las características y las cualidades personales del líder o jefe.

Con poca estructura e inestable, sostenida por sus seguidores o partidarios.

Tradicional

La garantía del poder reside en las costumbres y en la tradición.

Personas dependientes o remuneradas por el legislador, con cierta independencia y autonomía.

Racional-legal

El poder se justifica mediante procedimientos legales que especifican cómo puede ser instituido.

Burocracia como sistema en el que la autoridad formal se encuentra en la cúspide de la organización jerárquica.

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